El proyecto, que impulsan el Dr. Gabriel Mercadal y el dietista-nutricionista Josep Lluch, pretende reducir los efectos secundarios del tratamiento y mejorar la calidad de vida de los pacientes neoplásicos
El Hospital General Mateu Orfila ha implantado un nuevo protocolo de evaluación del riesgo nutricional e instauración de soporte nutricional de pacientes oncológicos con el objetivo de reducir los efectos secundarios y las complicaciones de los tratamientos, facilitar el control de los síntomas y mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Se trata de un proyecto de investigación que promueven el Dr. Gabriel Mercadal, doctor en farmacia y nutrición y especialista en farmacia hospitalaria en el Mateu Orfila, y el dietista-nutricionista asociado al Servicio, Josep Lluch, con el apoyo de todo un equipo multidisciplinario de profesionales (oncólogos, médicos especialistas en cuidados paliativos, farmacéuticos, enfermería, dietistas-nutricionistas...).
Según explica Josep Lluch, la desnutrición es muy frecuente en los pacientes oncológicos, pees está presente en el 40-80 % de los casos, dependiendo del tipo, la localización y el estadio del tumor. La malnutrición se asocia a un aumento en el número y en la gravedad de las complicaciones, lo que conlleva una mayor morbimortalidad de estos pacientes, la disminución de la tolerancia al tratamiento oncológico y la reducción de la calidad de vida. Por ello es prioritario hacer una valoración adecuada del estado nutricional para diagnosticar los casos de malnutrición y establecer un tratamiento correcto y, además, detectar los pacientes con un riesgo más alto de padecerla con el fin de aplicarles un tratamiento nutricional preventivo.
En este sentido, el proyecto prevé dos cribados nutricionales —el test Malnutrition Screening Tool (MST) y el método basado en parámetros bioquímicos, Filtro Automatizado Nutricional Baleares (FANBAL)—, que se hacen a todos los pacientes neoplásicos durante su primera visita a los especialistas del Hospital de Día para iniciar el tratamiento con radioterapia o quimioterapia. Una vez identificados los pacientes con riesgo de sufrir malnutrición, se les hace una segunda prueba, la valoración global subjetiva generada por el paciente, que permite determinar con exactitud si están bien nutridos o presentan desnutrición. En este último caso, se ofrecen recomendaciones dietéticas individualizadas o se lleva a cabo un abordaje nutricional más completo, que se incluye en el plan terapéutico específico de cada paciente.
El estudio tiene una duración de doce meses e incluye a todas las personas mayores de 18 años que inician un tratamiento con radioterapia o radioquimioterapia en las consultas externas de oncología médica del Hospital General Mateu Orfila. Durante los primeros meses se han hecho los cribados nutricionales a 44 pacientes, 24 de los cuales han dado como resultado la posibilidad de sufrir desnutrición, un porcentaje que se corresponde con los resultados esperados por los responsables del proyecto.
Con este trabajo, el Dr. Mercadal y el dietista-nutricionista Josep Lluch pretenden consensuar e implementar protocolos de actuación orientados a mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la calidad asistencial de los pacientes desde el punto de vista nutricional, además de analizar el impacto de la intervención nutricional en la calidad de vida de los pacientes oncológicos y estudiar la morbimortalidad asociada de los pacientes neoplásicos con desnutrición.
Este protocolo de evaluación nutricional de pacientes oncológicos es el tercer proyecto de nutrición clínica que llevan a cabo el Dr. Mercadal y Josep Lluch. Desde 2010 han desarrollado dos estudios previos en el Mateu Orfila: “Implantación de un método de detección de riesgo de desnutrición en el paciente hospitalizado” y el proyecto piloto de un año “Implantación de un programa de soporte nutricional perioperatorio en los pacientes programados para cirugía digestiva mayor”.