Ya no es obligatorio llevar la mascarilla en los centros sanitarios, sociosanitarios, farmacias y residencias. No obstante, se recomienda su uso en los siguientes casos:
Personas con síntomas de infección respiratoria en espacios compartidos.
Profesionales de la salud que atiendan a personas con sintomatología de infección respiratoria.
Urgencias hospitalarias y de atención primaria, incluida la sala de espera.
Profesionales que trabajan en las UCI o con pacientes vulnerables.
En residencias de ancianos y personas con discapacidad en caso de aparición de síntomas en usuarios, profesionales o visitantes.